
Los dos pertenecen a la mañana del Viernes Santo en Osuna. El primero, me lo encargó Curro Sarria Espuny en el año 2006. El paso de la Virgen de Los Dolores pasa por delante de “las casitas” del Ayuntamiento. Todas las miradas de los ursaonenses se dirigen hacia la imagen, en un instante de emoción y recogimiento, que sólo rompe el cante de las saetas. En los balcones adornados, lucen las mantillas y en el aire hay una mezcla de olores a incienso, torrijas y aguardiente. Entre los naranjos, el pueblo de Osuna luce sus mejores galas y un anciano se quita la gorra al paso de la Virgen.
El segundo, pintado en el 2005 para Antonio Rojas, representa todo el esplendor y el
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Un señor se quita el sombrero saludando no se sabe si al obispo o a las minifalderas que se cruzan sonrientes. Los niños corren hacia el puesto de globos y chucherías, mientras el abuelo le explica a su nieto quién fue Rodríguez Marín. El municipal se cuadra y saluda al pasar el edil y su esposa, con mantilla. Y El Escopeta no falta a la cita, con su puesto de trompetas y tambores.
Cristóbal Martín