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miércoles, 30 de julio de 2008

OSUNA NAÏF 7: Sombrerería “El Bombo”

Con este tema pinté dos cuadros, ambos para mi amigo José María Rodríguez Buzón. El primero es del año 1997 y lo pinté con un procedimiento nuevo para mí, que consistía en “cera líquida acuarelable”. El resultado era de un colorido brillante y muy decorativo.

De la sombrerería se ha contado ya todo, El Paleto, Revista de Feria, Cuadernos de los Amigos de los Museos, etc… Igualmente, su fachada se ha reproducido numerosas veces, ante la seguridad de que algún día desaparecerá para siempre.

En el año 1979 realicé uno de mis primeros carteles de feria para el Ayuntamiento de Osuna, en el que ya aparecía la fachada de la Sombrerería “El Bombo”, junto con la figura del “Muñequito Andújar”.

Recuerdo que en la antigua emisora “Radio Juventud de Osuna”, años 50, teníamos un disco de flamenco, grabado en París, en el que se podía oír perfectamente a José Sarria, “El Chato de Osuna”, decir:

-¡Ole, viva Osuna y el muñequito Andújar!

En el cuadro de la Sombrerería, figura en primer término José Mª Rodríguez Buzón, representado con un sombrero a la manera de los personajes que pintaba el gran artista Úrculo. Se dispone a hacerle una foto a su nieto Bernardo, que posa junto al Wolskwagen color naranja, propiedad de J. María, que ya hemos visto en el cuadro de la Alameda. Sobre el mostrador aparece el citado Muñequito Andújar y al fondo, en agradable tertulia de camilla, Dª Milagros Andújar con su amiga Dª Teresa, que ha ido de visita.

José María trajo de Sevilla este cuadro de la Sombrerería en el año 1998, junto con otro de la Procesión de San Arcadio, para que figuraran en la Exposición colectiva, organizada con motivo del 150 Aniversario del Casino de Osuna. Cuando regresó a Sevilla, una vez aparcado el coche, entró un momento a su casa y al salir, se encontró con la desagradable sorpresa de ver que le habían roto el cristal de una de las ventanillas y habían desaparecido los cuadros.

La segunda versión es del año 1999 y la única diferencia está en los nietos de José María, Bernardo y María Luisa, que dan al cuadro un poco de ingenuidad y de color.

Cristóbal Martín