Este cuadro de San Arcadio, lo pinté en el año 1998 para mi amigo José Mª Rodríguez Buzón.
Recordarán que en diciembre de ese mismo año se expuso en el Salón del Casino, con motivo del 150 Aniversario de este centro, junto con el primero que pinté de la “Sombrerería El Bombo”. Lamentablemente, estos dos cuadros fueron sustraídos del coche de José María cuando, al finalizar la Exposición, regresó a Sevilla y lo aparcó en la puerta de su casa.
Como el cuadro de la Sombrerería, está pintado con cera líquida, una pintura muy luminosa y transparente. Se trata de uno de mis primeros cuadros en el estilo Naïf. Todavía no aparecen muchos personajes presenciando la procesión. Habrán reconocido la calle Gordillo, por la casa de la familia Oriol a la izquierda y la Pajarera al fondo.
En primer término aparece José Mª Rguez. Buzón, junto con su nieto Bernardo, de monaguillo, que ya ha crecido desde entonces.
Una alusión al Antiguo Asilo ya desaparecido, en cuyo edificio hoy Instituto “Rodríguez Marín”, se sigue conservando la imagen del Santo, es la representación de una monja ofreciendo un plato de gachas de San Arcadio a una anciana, mientras la otra reza una oración a su Santo Patrón.
El capataz espera para dar la levantá, a que termine el hombre del cántaro de ofrecer agua a los costaleros. Desde un balcón arrojan pétalos de rosas y los músicos aparecen por la esquina de La Carrera, interpretando una marcha procesional, con aires de pasodoble torero.
Recordarán que en diciembre de ese mismo año se expuso en el Salón del Casino, con motivo del 150 Aniversario de este centro, junto con el primero que pinté de la “Sombrerería El Bombo”. Lamentablemente, estos dos cuadros fueron sustraídos del coche de José María cuando, al finalizar la Exposición, regresó a Sevilla y lo aparcó en la puerta de su casa.
Como el cuadro de la Sombrerería, está pintado con cera líquida, una pintura muy luminosa y transparente. Se trata de uno de mis primeros cuadros en el estilo Naïf. Todavía no aparecen muchos personajes presenciando la procesión. Habrán reconocido la calle Gordillo, por la casa de la familia Oriol a la izquierda y la Pajarera al fondo.
En primer término aparece José Mª Rguez. Buzón, junto con su nieto Bernardo, de monaguillo, que ya ha crecido desde entonces.
Una alusión al Antiguo Asilo ya desaparecido, en cuyo edificio hoy Instituto “Rodríguez Marín”, se sigue conservando la imagen del Santo, es la representación de una monja ofreciendo un plato de gachas de San Arcadio a una anciana, mientras la otra reza una oración a su Santo Patrón.
El capataz espera para dar la levantá, a que termine el hombre del cántaro de ofrecer agua a los costaleros. Desde un balcón arrojan pétalos de rosas y los músicos aparecen por la esquina de La Carrera, interpretando una marcha procesional, con aires de pasodoble torero.
Cristóbal Martín