La oficina de Correos estuvo antes en la calle Hornillos y la de Telégrafos en La Carrera, junto a la calle Martos.
Este cuadro es como un pequeño homenaje al antiguo Cuerpo de Correos y Telégrafos, en su figura más representativa y entrañable: El Cartero.
Este personaje tan popular, llevado al teatro, el cine y la novela, con títulos inolvidables como “El cartero y Pablo Neruda” o “El cartero siempre llama dos veces”, fue para nosotros el mensajero que nos trajo la noticia esperada del familiar ausente, o del amigo lejano. Cuando tardaba en llegar o pasaba de largo, preguntábamos: ¿Ha llegado el cartero? Su figura llegó a hacerse familiar y reconocíamos su forma de llamar a la puerta.
Hoy, con el correo electrónico de Internet y los buzones instalados a la entrada de las casas, no nos enteramos de cuando llega el cartero, que ha terminado echándonos el correo por debajo de la puerta.
Cristóbal Martín