Vino Chaves en las rebajas y ofreció promesas de saldo, un pantalón descolorido y con un pernil por las rodillas para vestirnos de payaso. Me dicen los teletipos que me llegan en el destierro que el presidente andaluz se comprometió a construir un teatro en la próxima legislatura. Supongo que Manolo hablaba del mismo teatro que la mayoría de los grupos políticos llevan anunciando en sus programas electorales desde el Pleistoceno. A estas alturas, suponíamos que el teatro estaba presupuestado y en obras pero resulta que su futuro depende de que el PSOE revalide su mayoría en la Junta y el presidente Chaves tenga un gesto con esta tierra.
Chaves -que suelta estas pamplinas porque otro se las dice- podía haber venido con propuestas nuevas e ilusionantes. Por ejemplo, dado que la nueva Ley de Patrimonio que entró en vigor el día 8 permite recuperar piezas arqueológicas en manos privadas, podía haber planteado construir en Osuna el Gran Museo de la Sierra Sur. O aprovechar la 'Osuna Film Office' para celebrar un festival anual de cine andaluz, si tuviéramos salas de cine.
Pero las promesas suenan a canto viejo, en un pueblo en el que desde que se abrió el Hospital no hay una sola inversión pública palpable que nos coloque en el mapa. Todo farfollas. Por eso antes éramos un referente cultural en la provincia y ahora parecemos un pueblo de pendejos, tragabuches y bandoleros. Eso sí, cada vez tenemos más paisanos enchufados en Diputación.
Francisco Chirino
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