¿Quién es el Director del Colegio Nuestra Señora de Fátima? ¿Cómo se definiría como persona?
Mi nombre es José Miguel Montero, tengo 53 años y llevo 32 años en la profesión. Estoy casado y tengo 3 hijos. Soy profesor vocacional y casi siempre he trabajado en Osuna. He pasado por todos los puestos directivos: secretario, jefe de estudios y ahora director, cargo que ocupo durante 12 años y que acabo de renovar durante otros 4 años. También fui gerente de cultura en el Ayuntamiento de Osuna. Me considero una persona generalmente tranquila, pero cuando debo hacer algo me inquieto por ello. Considero que nuestro trabajo es muy importante, tenemos un material muy importante entre las manos, además considero que hacemos un trabajo fundamental para la sociedad. Me agrada más el trabajo como docente, que nunca he abandonado, compartiendo la dirección con el aula.
Háblenos del centro educativo donde desarrolla su trabajo
El centro fue creado en la década de los años 50, como escuelas patronales para atender a los niños del barrio. Después se cerró al abrir el colegio de la Rehoya. En una segunda etapa, cuando se volvió a abrir fue laborioso que volviera a ponerse en marcha. Con el trabajo de todos, desde hace unos 15 años es el colegio más demandado del municipio. Contamos con 22 trabajadores, entre personal docente y personal de administración y servicios, junto a 8 monitores que realizan diferentes tareas. A su vez contamos con unos 250 alumnos, en su mayoría ursaonenses, también alumnos inmigrantes, como niños escoceses y saharauís. Es un centro donde se imparte infantil y primaria, con una unidad por cada nivel, otra aula de apoyo a la integración y una aula específica de autismo, la primera a nivel comarcal. No existe absentismo alguno y destacaría la enorme colaboración de los padres. Sin olvidar que el centro está abierto de 7:30 a 20:00 horas, lo que define la vida y dinamismo del centro.
¿Cuáles son los principales proyectos del centro?
Somos el primer centro que desarrolla el Plan de Apoyo a la Familia Andaluza, es decir, poseemos un aula matinal para que los niños sean atendidos desde las 8 de la mañana, comedor, talleres y, por último, actividades extraescolares. Es un plan integral y que responde a la demanda de la sociedad.
También somos Centro Escuela Espacio de Paz, donde se busca fomentar el respeto y los valores cívicos basados en el diálogo. A su vez contamos con el programa Deporte en la Escuela, donde se fomenta el deporte y la propia competición con otros centros, como el colegio Rodríguez Marín, la S.A.F.A… También contamos con un Programa Intergeneracional, donde las personas de la tercera edad colaboran con los alumnos en manualidades, charlas, etc. Además el niño lee todos los días media hora.
También tenemos un programa que busca el adelanto del idioma, en el que contamos con la atención al idioma desde la primaria. Este año, por último hemos solicitado la aprobación del Centro Bilingüe, buscando la aceptación del idioma desde los 3 años y acercándoselo al alumno desde el primer momento.
¿No considera que el profesor tiene demasiada responsabilidad ante, por ejemplo, el fracaso escolar?
El profesor suele estar desbordado. La figura del maestro ha perdido credibilidad por diversas cuestiones y, a su vez, es objeto de la ira de los padres, siendo frecuente los casos de agresión en la educación secundaria, algo que no ocurre en nuestro centro, pero sí en otros muchos centros. Todo ello, conlleva al fracaso escolar. Por ello, la profesión no es muy bien valorada, sobre todo en las ciudades. Considero que el problema está en los valores que transmite la familia, pues se debe partir del no para posteriormente dar el sí. No se puede permitir que un pequeño de 3 años decida la organización y los valores que deben regir en casa, por poner un ejemplo.
Suele ser una familia de clase media, trabajadora de distintos tejidos productivos, donde cada vez más la madre es trabajadora. Esta escuela busca que no sean los abuelos los encargados de educar a sus nietos. El contexto es positivo, siendo un barrio trabajador y sin marginación. La colaboración con el centro y sus actividades es buena. No tenemos grandes o serios casos de violencia. Todo ello ayuda a que los padres demanden la ampliación hacia la siguiente etapa educativa (ESO), pero es algo complicado de cubrir.
¿Cuáles son las principales necesidades? ¿Cómo se comportan las instituciones en cubrirlas?
A nivel de infraestructura necesitamos una biblioteca de centro, una aula adaptada para los niños autistas y un salón de actos para poder hacer reuniones y actos colectivos. La Delegación ha prometido su construcción para el año que viene para lo que se utilizará la antigua casa del conserje. También necesitaríamos un gimnasio, pero no es del todo prioritario. Por lo que respecta al tema humano, necesitaríamos un monitor de infantil para ayudar al pequeño en sus esfínteres. A su vez, necesitaríamos un logopeda, pues los problemas con el lenguaje son muy frecuentes en la etapa educativa que afrontamos.
En lo que respecta al Ayuntamiento, su responsabilidad es el mantenimiento del centro y durante 8 años este centro ha estado olvidado por el equipo de gobierno anterior. Ahora parece que se nos vuelve a escuchar y fruto de ello se han colocado azulejos en un aula de primaria, cuya acción se cubrirá en todas las aulas en los próximos 3 años. También requerimos la construcción de un vestuario para el personal del comedor. A su vez se nos va a cambiar todo el mobiliario del centro (pizarras, mesas, sillas,…).
¿Qué mensaje le gustaría hacer llegar a los padres?
Ser padre es muy complejo. Un padre debe educar, aunque sea tarea complicada, es necesario. Deberán educar en valores y hábitos que son más competencia de la familia que de la escuela. No debe olvidarse la cultura del no, porque ahora parece que ahora todo vale. Es importante subrayar que la dejadez de la familia es sinónimo de fracaso escolar y puede comenzar en la Primaria, porque pueden crearse diferentes mensajes en la familia, puede aparecer la falta de atención y la excesiva importancia a cuestiones laborales y económicas.
¿Cree que el entorno de Osuna y su propia forma de vida ayuda al mundo de la educación?
Yo considero que Osuna está dentro de unos niveles normales. No obstante hay casos que están en manos de la Fiscalia de Menores, debido a casos de absentismo. Eso no es bueno, es sinónimo de preocupación. Debe buscarse la atención de los padres, quien es ante todo responsable de sus hijos. Considero que en ocasiones la mano dura puede funcionar. En Granada se está actuando muy fuerte, incluso privando de la libertad a las personas que no cumplen con su labor. Si al menor no se le puede sancionar, será el padre quien deba responder y, en ocasiones, las sanciones económicas suelen funcionar.
También destacaría que a su vez hay un incremento de personas de fuera, también incluido emigrantes de chinos, rumanos, y sobre todo argentinos que están relacionados con el mundo del caballo. Ademá,s muchas personas de Barcelona y casos de familias desestructuradas que regresan a Osuna. Existe mucha demanda de escolaridad en todos los aspectos.
¿Cómo ve a Osuna, la situación actual de nuestra localidad?
Considero que estamos en un lugar privilegiado, tanto en el clima, su gente, las buenas comunicaciones. Todo ello, debe aprovecharse y parece que el mundo agrario empieza a ser menos importante. Creo que vivimos en un momento positivo, que puede apoyarse para crecer industrialmente, como por ejemplo, ha ocurrido en Estepa. Nuestro pueblo tal vez carece de iniciativa, porque tiene que venir gente de fuera para promover inversiones e ideas nuevas. Tampoco creo que nuestra juventud sea tan despreocupada como pueda parecer, creo que hay mucha gente preparada, cada vez más, y los niveles de alumnos en el Bachiller lo demuestran. Los pequeños negocios emergentes deben atender a esa juventud. Debe cuidarse mucho la juventud, que es el futuro. Por último, creo que las instituciones públicas deben de apoyar, pero no quienes crearán trabajo, simplemente deben de facilitar instrumentos, pero el futuro está en los ursaonenses.